Siete consejos para vender un piso

Llevamos ya una temporada considerable quejándonos, un día si y otro también, sobre lo penoso que resulta intentar vender un piso y las ingentes dificultades que jalonan el camino desde el momento en el que se coloca el cartel de “se vende” hasta que, por fin, llega la hora de acudir a la notaría y cerrar la compraventa. Tanto aquellas personas que precisan vender la vivienda que habitan por razones personales, como aquellos otros que invirtieron en bienes inmuebles esperando obtener una rentabilidad, se ven forzados a compartir una incertidumbre que está íntimamente vinculada la coyuntura del sector.

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Pero hoy no vamos a proseguir con la letanía de lamentaciones, sino a intentar aportar algunos consejos que puedan orientar a los propietarios sobre la mejor manera de aumentar las probabilidades de venta de su vivienda o de acortar el tiempo de demora necesario para cerrar la operación. No se trata de ofrecer recetas o trucos mágicos, sino de poner todo el empeño y ejecutar las acciones correctas para conseguir un objetivo que no se presenta nada fácil:

1. Ármese de paciencia. Considere que vender un inmueble hoy no es una tarea ni fácil ni rápida. Es imprescindible que entienda que cuando ponga su piso a la venta va a iniciar una “carrera de fondo”. Hay que saber esperar.
2. Fije el precio con realismo y con criterio. El boom inmobiliario ya pasó y ahora la tendencia de los precios es la del descenso. Establezca un precio ajustado a la realidad del mercado. Investigue cuál ha sido el precio por el que se han vendido últimamente viviendas próximas y similares a la suya para tener un punto de referencia. Consulte al respecto, si puede, a un agente de la propiedad inmobiliaria o incluso a alguna persona de su banco o caja de ahorros.
3. Difunda su oferta por todos los medios que estén a su alcance y en todas las ocasiones en las que le resulte posible: agencias de la propiedad inmobiliaria, portales de anuncios clasificados en Internet, publicaciones impresas de anuncios gratuitos, pegado de carteles en tablones y espacios públicos con gran tránsito de personas.
4. Concentre especialmente sus acciones “publicitarias” en la zona en la que se encuentra el piso, máxime si se trata de una zona urbana y densamente poblada. En un buen número de casos, los potenciales compradores suelen buscar vivienda explorando in situ las zonas de su preferencia para vivir. Repita la inserción de anuncios en Internet y publicaciones impresas con frecuencia (mensualmente, en el peor de los casos).
5. Intente que su vivienda sea más atractiva ante los ojos de posibles compradores: manténgala limpia, en buen estado, ordenada y despejada de muebles y enseres. Intente que los posibles interesados la visiten en aquellas horas del día en las que el inmueble presente mejor aspecto, en el exterior y en el interior.
6. Que la espera no le afecte. No pierda los nervios y, sobre todo, no se muestre excesivamente ansioso por vender ante los hipotéticos compradores. Tarde o temprano se venderá, y siempre será positivo para ello no perder el control de nuestras acciones y actitudes.
7. Por último, cuando encuentre alguien verdaderamente interesado, no se muestre inflexible. Sea coherente con el precio inicialmente fijado, pero valore si en un momento determinado le interesa más seguir esperando o hacer alguna pequeña concesión en el precio que le permita poner fin a la operación.